Margalida Castro pierde la capacidad de conciliar el sueño, debido a un suceso que cambiaría su vida para siempre. Esto la conducirá hacía un hospital psiquiátrico, de donde no hubiera salido jamás, sino hubiese sido por su fe irrestricta y por el amor al arte. Sus alegrías, sus tristezas y un mundo lleno de vicisitudes, todo esto, contado desde un pasillo en los premios India Catalina, en donde Margalida espera por el premio que entregarán a toda una vida en la televisión colombiana.